Aileen Pareja formó parte del equipo Green Gate, uno de los ganadores del Bootcamp de Innovación abierta, que abordó la problemática de energía asequible no contaminante.
La Asociación Iberoamericana de Instituciones de Enseñanza de la Ingeniería (ASIBEI), realizó un Bootcamp de Innovación Abierta durante las jornadas del 16 y 17 de abril, que reunió a cientos de estudiantes de distintas facultades de Ingeniería.
La metodología de la actividad consistió en desarrollar ideas de innovación para retos propuestos por organizaciones a nivel local e internacional, basados en tres objetivos de desarrollo sostenible, planteados por la Agenda 2030 y aprobados por la ONU en 2015: hambre cero, energía asequible no contaminante y trabajo decente y crecimiento económico.
Las jornadas se desarrollaron de manera virtual a través de las plataformas Microsoft Teams, Zoom y Youtube y por parte de la Universidad de Santiago, contaron con la participación de Mariaignacia Rodríguez, coordinadora de Lions Up, Diego Urzúa, coordinador de metodologías y Javiera Díaz, coordinadora de movilidad estudiantil de la Facultad de Ingeniería.
Green Gate: transformación del tráfico en energía eléctrica
Aileen Pareja, estudiante de Ingeniería Civil Industrial fue parte del equipo Green Gate, uno de los ganadores del encuentro. Según explicó, la idea de solución que presentaron consistió en “la construcción de un puente que pretendía transformar el tráfico en energía eléctrica, mediante un sistema de dínamos incorporados en su superficie y en reductores de velocidad, que convertían la presión que ejercen los vehículos en energía eléctrica”.
La estudiante valoró profundamente el haber trabajado con un equipo multidisciplinar en el desarrollo de la innovación, puesto que “cada uno aportó con distintas perspectivas, experiencias y herramientas, lo que permitió ver el problema de una forma más amplia y que pudiera ser resuelto creativamente”.
Aileen sostuvo que uno de sus mayores aprendizajes fue realizar un buen pitch, a partir de los webinar explicativos que se desarrollaron. Junto a eso, señaló que le fueron de gran ayuda las mentorías realizadas por estudiantes, debido a que le ayudaron a “aterrizar la idea y también cada una de las que surgían, ya que cada integrante aportaba mucho valor y conocimiento al equipo”.
Por su parte, el monitor Alexis Ibarra, estudiante de Ingeniería Mecánica, explicó que su labor consistió principalmente en “ofrecer ayuda y motivar el trabajo, además de escuchar la idea presentada por los equipos y dar un feedback según nuestra propia área de expertise”. Además, agregó que la validación por parte de quienes ya habían sido parte de estas instancias “fue muy bueno a la hora de dar una guía desde la experiencia a los participantes, ya que el input de la idea es muy favorecedor al momento de presentar el pitch porque brinda mucha confianza”.
Josefa Pino, estudiante de Ingeniería Civil Química también participó en la instancia como monitora y añadió que la dimensión internacional de estas competencias permite “abrir un poco más la mente y adoptar nuevas ideas, al conocer diferentes perspectivas de acuerdo a las diversas culturas en otros países”.
Asimismo, mencionó que uno de los aspectos más relevantes, a su parecer, tiene relación con la conformación de equipos multidisciplinares, “ya que esto permite conocer diferentes enfoques respecto a la idea que se está planteando, salir de nuestra zona de confort y dar la mejor solución de innovación al problema o necesidad que se plantea”.
La Facultad de Ingeniería felicita a las y los estudiantes que participaron en este Bootcamp intercultural e internacional, puesto que representa una gran oportunidad para enriquecer su proceso formativo y de pensar la ingeniería como motor de cambio para los importantes desafíos globales de la agenda 2030.
Por: Catalina Águila V.