Luego de un arduo trabajo de cinco meses, el programa del Departamento de Ingeniería Química logró esta acreditación bajo la dirección del Dr. César Huiliñir y el trabajo colaborativo entre su comité docente y organismos institucionales.
El Magister en Medio Ambiente, mención ingeniería de Tratamiento de Residuos fue creado en 2002 y contó con la dirección del profesor Pedro Iván Álvarez hasta 2018. Desde ese año a la fecha, ha sido liderado por el Dr. César Huiliñir.
Este magister profesional cuenta con tres áreas de desarrollo: Gestión y tratamiento de residuos, tratamiento de aguas residuales y tratamiento de gases y sólidos.
El perfil de egreso de sus estudiantes contempla la capacidad de diseñar sistemas de tratamiento de residuos que permitan cumplir con normativas existentes, además de planificar y gestionar soluciones aplicadas a diferentes tipos de residuos, que permitan una solución económica y ambientalmente sustentable.
En palabras del Director, una de las principales fortalezas del programa es que se trata de un programa de ingeniería de procesos aplicados al tratamiento de residuos, en el cual existe un vínculo entre la academia y el mundo profesional.
Así, la academia aporta a través de conocimiento científico de punta, mientas que la participación de profesionales con experiencia en el ámbito del medio ambiente permite aplicar y visualizar la realidad que se da el ámbito laboral.
Sumado a esto, destaca la multidisciplina, debido a que “por lo general, permite que muchos profesionales que están en el área del medio ambiente, pero que no son necesariamente ingenieros químicos, puedan optar por mejorar sus habilidades profesionales en el ámbito de la ingeniería”. Así se ha evidenciado en las matrículas, que contemplan la participación de estudiantes de agronomía, ingeniería en prevención de riesgos, biología, entre otros.
Asimismo, una de sus principales características es la composición del cuerpo académico, que cuenta con la colaboración de docentes de otros departamentos de la Universidad, la participación de distintas universidades nacionales y profesionales de empresas, cuya experiencia ha permitido darles otras herramientas a las y los estudiantes.
Otro aspecto a destacar es la participación permanente de alumnos extranjeros, de países latinoamericanos como Colombia, Ecuador, Bolivia y Haití. “Nuestra visión es la internacionalización. Vemos que nuestro país tiene potenciales importantes, que perfectamente podrían atraer a estudiantes del extranjero. Por lo mismo, queremos evaluar la posibilidad de flexibilizar la modalidad en que se imparte nuestro programa, para facilitar la participación de estudiantes de otras latitudes”. Junto a ello, destaca la participación de mujeres, que se ha mantenido alrededor de un 30%.
Además, el Director Huiliñir indicó que parte del plan de mejora tiene que ver con atraer estudiantes de otras regiones de Chile. En este sentido y debido al contexto actual, el equipo ha evidenciado, a través de una encuesta para conocer la experiencia de estudiantes y académicos, que la docencia virtual ha funcionado de buena manera, por lo que esta posibilidad podría ser viable para aplicarse a futuro.
A su vez, el uso de plataformas de comunicación a distancia, ha facilitado el desarrollo del proceso de titulación de las y los estudiantes. Hasta el momento, tres defensas de tesis se han desarrollado sin inconvenientes, y durante las próximas semanas se realizarán tres más a través de Zoom.
“Todas ellas se han realizado sin ningún problema, con profesores conectados desde todos lados, porque siempre tenemos un profesor externo, que normalmente es un académico de otra universidad. La coordinación no ha tenido dificultades, porque tanto académicos como estudiantes siempre han sido muy flexibles en cuanto a la realización de este proceso”, aclara el Dr. Huiliñir.
Proceso de acreditación:
El director del programa valoró el resultado logrado en solo cinco meses de arduo trabajo. Según relata, “Rosa Rut, secretaria del programa, hizo una labor tremenda, al actualizar información desde 2011 hasta 2019. Con ese insumo pudimos empezar a llenar los documentos correspondientes”.
Al mismo tiempo, destacó la colaboración de la Vicerrectoría de Postgrado, en especial de Diego Mandiola, encargado de asesorar la actualización y mejora del Plan de Estudios y de Evelyn Cornejo, quien colaboró en cuanto a la normativa interna del mismo.
De esta forma, según el académico, “se logró un buen trabajo, muy consistente con la normativa global vigente y también con las características propias del programa. Además, tuvimos la ayuda del Departamento de Calidad y Acreditación (DCA), a través de la colaboración de Verónica Vistoso y Felipe Matus, quienes trabajaron arduamente junto a nosotros”.
Además, en el Comité del programa, se estudiaron mejoras e ideas para ir incorporando a futuro.
Este proceso mancomunado, en que el Director tuvo un rol de coordinador, logró el resultado que les permitió obtener la segunda acreditación del programa desde su creación.
Por: Catalina Aguila V.
Fotografía: Camila Contreras B.