El Departamento de Ingeniería Industrial, ha sido adjudicado como entidad ejecutora del ‘Programa de Transferencia Tecnológica e Inversión Productiva para la Agricultura Familiar Campesina e Indígena (AFCI)’ en la Región de Atacama, con un financiamiento total de $5.250 millones de pesos otorgado por INDAP.
Este logro institucional fue posible gracias al liderazgo técnico del académico Dr. Pedro Palominos Belmar, quien ejerce como jefe de este proyecto que permitirá a la Usach liderar esta ambiciosa iniciativa de alto impacto territorial.
El programa —que tendrá una duración de 18 meses— beneficiará directamente a más de 800 pequeños agricultores, mediante un modelo integral que combina asesoría técnica, inversión productiva, capacitación especializada y transferencia tecnológica, con enfoque en sustentabilidad, equidad y pertinencia territorial. Colabora en el proyecto el Dr. Luis Quezada, del Departamento de Ingeniería Industrial.
‘Este proyecto es una muestra concreta del compromiso de nuestra universidad con los territorios, fortaleciendo el vínculo entre universidad y territorio, validando el aporte de la ingeniería y la gestión al desarrollo sustentable del país’, destacó el Dr. Palominos.
Objetivos y componentes del programa
La iniciativa contempla cuatro componentes estratégicos:
- Caracterización técnica de los usuarios, según rubros y condiciones productivas locales.
- Formulación e implementación de planes productivos individuales, construidos en conjunto con los agricultores.
- Ejecución de inversiones productivas, priorizando eficiencia hídrica, mecanización y resiliencia climática.
- Transferencia tecnológica y capacitación, a través de talleres, asesorías y giras técnicas en terreno.
La Usach implementará también sistemas digitales para el monitoreo, trazabilidad y rendición del programa, garantizando eficiencia y transparencia en todas sus etapas.
‘La adjudicación de $5.250 millones de INDAP dota a la Usach y a la Facultad de una posibilidad real de desarrollos de proyectos de transferencia tecnológica en un contexto de I+D aplicado, ya que en su primera fase hay un ordenamiento territorial riguroso que mapea la ubicación de 800 beneficiarias y beneficiarios, establece un ranking de líneas de intervención prioritarias y genera una base georreferenciada de datos productivos comparables. Con esta información, se diseñan lineamientos por rubro que orientan inversiones en infraestructura, capacitación y acompañamiento técnico, configurando un “laboratorio vivo” donde la universidad y la facultad puede validar prototipos de agricultura de precisión, gestión hídrica y mecanización en condiciones reales. El flujo continuo de datos e información nos posibilita, a futuro, al desarrollo de nuevas líneas de investigación en analítica rural y resiliencia climática, y provee casos concretos para tesis, prácticas y publicaciones indexadas. En conjunto, la iniciativa consolida a nuestra Universidad, Facultad y Departamento de Ingeniería Industrial, como articuladores de innovación rural, fortalece la formación de capital humano avanzado y potencia la estrategia institucional de vinculación con los territorios y la transferencia tecnológica’ explicó el académico del Departamento de Ingeniería Industrial.
Impacto institucional y proyección nacional
Este proyecto representa una adjudicación histórica para la universidad y una consolidación del rol del Departamento de Ingeniería Industrial como articulador de políticas públicas de innovación y desarrollo rural.
La conjunción de rigor científico, innovación tecnológica y gestión ágil, configuró la ventaja competitiva que aseguró la adjudicación, ya que se alineó plenamente con la Estrategia INDAP 20232030, que integró, en una misma propuesta, la caracterización territorial de los beneficiarios, intervenciones productivas focalizadas, inversiones en infraestructura y una robusta transferencia tecnológica orientada a la sustentabilidad, la eficiencia hídrica y la resiliencia climática. Otro factor diferenciador, fue la experiencia y trayectoria de nuestra universidad, la capacidad operativa de la SDT y de la calidad del equipo que presentó la propuesta.
‘Con esta adjudicación, la Universidad de Santiago de Chile demuestra que la ingeniería pública y la ciencia abierta, pueden cerrar brechas de productividad y promover un desarrollo rural sostenible e inclusivo, fortaleciendo al mismo tiempo, nuestra investigación y la formación de profesionales al servicio del país’, sentenció el Dr. Palominos, jefe de proyecto.
Participar de proyectos transformadores como este, consolida a la Usach y la generación de I+D que se produce en la Facultad de Ingeniería, como un actor clave en políticas públicas orientadas al desarrollo sustentable, fortaleciendo su rol en vinculación con el medio, transferencia tecnológica y apoyo a sectores históricamente postergados.
Por: Macarena Polanco G.